La habitual conferencia de prensa de Gustavo Álvarez en la U adquirió un momento distendido. Todo luego de que un periodista lo sometiera a una inesperada comparación con su pasado como jugador.
El entrenador azul era consultado por lo usual, cuando de pronto Cristóbal Urzúa lo emplazó a establecer similitudes entre su forma de jugar y la de Morales. Sorprendido pero con buen humor, Álvarez respondió que el volante "juega bien, de dentro hacia fuera".
El técnico reconoció las diferencias con su época, donde él se destacaba por sus incursiones por los costados de la cancha. Le pareció entretenido el recuerdo a su etapa como futbolista y no tuvo problemas en aceptarlo.
Estas interacciones distendidas son valiosas en medio de la tensión deportiva. Permiten sacar sonrisas en momentos de alta exigencia e importancia como el duelo inminente con Coquimbo.
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Más allá del momento lúdico, Álvarez mantiene la máxima concentración en su objetivo de seguir liderando el Campeonato Nacional con la U. Este tipo de anécdotas dejan en claro su capacidad para equilibrar la tensión con la alegría.
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