El Estadio Monumental fue testigo de una verdadera celebración este domingo. Con cerca de 40000 personas presentes, Jaime Valdés se despidió del fútbol profesional en un ambiente de fiesta. Rodeado de amigos y familiares, el carismático jugador disputó sus últimos minutos en el terreno de juego junto a grandes figuras.
A diferencia de las despedidas de Esteban Paredes y Matías Fernández, Pajarito decidió vestirse con el uniforme de juego y participar durante gran parte del partido. Demostró su calidad y destreza, recordando sus mejores momentos sobre el verde césped de la cancha más histórica de todo Chile.
Pero hubo una figura inesperada que atrapó la atención de la gente. En un tiro libre, el histórico Carlos Caszely estuvo atento y habilitó rápidamente a Arturo Vidal, quien le devolvió un pase preciso para que el exdelantero quedara solo frente al arco custodiado por Francisco Prieto. El veterano definió con maestría, colocando el balón abajo y cruzado, lo que provocó una explosión de júbilo por parte de la afición colocolina.
Después de un arduo esfuerzo, Caszely abandonó el terreno de juego entre gestos y señales de agradecimiento hacia la afición, con ese gol para la posteridad y también una asistencia. Fue un partido extraordinario para el Chino, quien brilló con luz propia en el Monumental, recordando sus mejores momentos vistiendo la camiseta de Colo-Colo durante las décadas del 70 y 80.
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