El encuentro programado entre Unión Española y Universidad de Chile, que iba a cerrar la cuarta fecha de la Liga de Primera, fue suspendido debido a las malas condiciones del Estadio Santa Laura. Esta decisión, que ha generado descontento entre los hinchas, revela una vez más la necesidad urgente de mejoras en la infraestructura futbolística chilena.
La suspensión se hizo oficial tras un aviso del Delegado Presidencial de la Región Metropolitana, quien destacó una serie de problemas en el recinto de Independencia. Ante la falta de alternativas adecuadas para disputar el partido, el encuentro no se llevará a cabo.
En un comunicado, Unión Española detalló que la decisión fue tomada “debido a los trabajos en curso correspondientes a la fase previa necesaria para proceder a la instalación del nuevo sistema de iluminación”. Esta intervención inhabilita “sectores claves del recinto, como accesos y zonas de estacionamiento”.
Además, el club hizo hincapié en que “la cancha de Santa Laura ha sido objeto de una intervención que impide su uso en lo inmediato y facilita el rendimiento de los trabajos de mejoramiento en curso”. Esta falta de mantenimiento y los retrasos en las obras han contribuido a que la situación del estadio sea insostenible, lo cual refleja la necesidad de inversión en el fútbol chileno.
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Los efectos de esta suspensión son palpables, no solo para los clubes, sino también para los hinchas que esperaban con ansias este enfrentamiento. La incertidumbre respecto a cuándo se jugará el partido ha salido a la luz tras las recientes derrotas sufridas por ambos equipos en el ámbito nacional e internacional. La U, por su parte, vuelve a la acción el 14 de marzo contra Audax Italiano, mientras que Unión Española jugará el 16 ante Deportes Iquique.
El incidente pone de relieve las carencias en la planificación y el mantenimiento de los recintos deportivos en el país. Con la mirada puesta en el futuro, la hinchada espera que estas situaciones se resuelvan con medidas concretas por parte de las instituciones competentes, a fin de garantizar que los estadios cuenten con las condiciones necesarias para albergar los partidos que apasionan a miles de fanáticos.
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