La victoria de la Universidad de Chile sobre Universidad Católica en el clásico número 200 no solo significó tres puntos dorados, sino que también nos regaló una escena tierna y emotiva que enterneció a todo el país. Más allá del gol agónico de Rodrigo Contreras, que desató la locura en el Estadio Nacional, hubo un protagonista inesperado que robó todas las miradas.
¿Quién es el nuevo amuleto azul? 🤔
El entrenador Gustavo Álvarez celebró el triunfo de una manera muy especial, y no lo hizo solo. El estratega argentino compartió la alegría con el miembro más importante de su equipo: su hijo. El pequeño acompañó a su padre en cada paso, desde los camarines hasta la conferencia de prensa, demostrando un vínculo que traspasa las líneas del fútbol.
Pero la cosa no quedó ahí. El periodista Cristóbal Urzua notó la presencia del niño y, con una sonrisa, le comentó: “El muchacho ya es casi una cábala”. Y vaya que parece serlo, porque la energía positiva que irradia el hijo de Álvarez es contagiosa.

¡Foto que derrite las redes! 📸
La guinda del pastel fue una fotografía que se viralizó en cuestión de minutos. Gustavo Álvarez y su hijo posaron junto a la gloriosa Copa Sudamericana que la U conquistó en 2011. Una imagen que encendió la ilusión de los hinchas azules y que alimenta la esperanza de volver a celebrar títulos internacionales. ¡La cábala parece estar funcionando!
El gesto del entrenador no es nuevo. Ya había presentado a su hijo en otra conferencia de prensa, mostrando la importancia que tiene su familia en su carrera profesional. “Saluda. Dale, di buenas noches, sólo eso”, dijo Álvarez al inicio de la conferencia, invitando a su pequeño a saludar a los presentes.
Esta historia nos recuerda que, más allá de la rivalidad y la pasión por el fútbol, hay valores como el amor familiar que siempre prevalecen. Gustavo Álvarez ha demostrado ser un gran entrenador, pero también un padre ejemplar. Y su hijo, sin duda, se ha convertido en el nuevo amuleto de la Universidad de Chile. ¡Que siga la magia! ✨
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