La Universidad de Chile enfrenta una etapa crítica en su pretemporada, marcada por una serie de lesiones que han dejado al cuerpo técnico y a los aficionados preocupados. En las últimas semanas, el Centro Deportivo Azul se ha visto envuelto en una nube de malas noticias, donde los problemas deportivos se suman a la crisis administrativa que atraviesa el club bajo la dirección de Michael Clark.
La situación se ha vuelto alarmante, ya que varios jugadores clave han sufrido lesiones que los marginan de los entrenamientos. En primer lugar, los laterales izquierdos José Castro y Flavio Moya han sido afectados por complicaciones físicas, lo que limita las opciones defensivas del equipo. A esto se suma la reciente noticia sobre Charles Aránguiz, quien también ha tenido que ser evaluado por un posible problema de salud que lo alejaría del campo.
La situación se agrava aún más con la confirmación de la lesión de Daniel Navarrete, un joven talento que había regresado al club tras un préstamo en Barnechea. Sin embargo, la peor noticia para los hinchas llegó con la reciente confirmación de que Julián Alfaro, el nuevo refuerzo del equipo, también se encuentra en la lista de lesionados. El delantero sufrió un desgarro muscular durante la última semana de entrenamientos, lo que lo dejará fuera del amistoso programado contra Audax Italiano.
La U de Chile está en una encrucijada
Este cúmulo de lesiones ha generado una gran preocupación en el entorno de la U, especialmente considerando que el equipo se prepara para su participación en la próxima Copa Libertadores. La falta de refuerzos y la creciente lista de jugadores marginados dificultan la planificación del director técnico Gustavo Álvarez, quien debe encontrar soluciones rápidas para mantener la competitividad del plantel.
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Con la temporada 2025 a la vuelta de la esquina, la Universidad de Chile se encuentra en una encrucijada. La administración del club debe actuar con rapidez para resolver tanto los problemas de salud de sus jugadores como las dificultades administrativas que afectan al equipo. Los hinchas esperan que la situación mejore pronto y que los jugadores lesionados puedan regresar al campo, ya que la U necesita estar en plena forma para enfrentar los retos que se avecinan. La presión es alta, y el futuro del club depende de las decisiones que se tomen en los próximos días.
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