Universidad de Chile enfrenta un nuevo desafío en su pretemporada de cara a la temporada 2025, y esta vez no se trata de un rival en la cancha, sino de las lesiones que han golpeado fuertemente al plantel. El reciente refuerzo, Julián Alfaro, quien llegó procedente de Magallanes, ha sufrido una complicación muscular que lo alejará de los entrenamientos y, lamentablemente, de su esperado debut.
La llegada de Alfaro había generado expectativas en el club, ya que se le consideraba una pieza clave para fortalecer el ataque del equipo. Sin embargo, su incorporación se ha visto empañada por esta lesión, que se suma a la ya larga lista de bajas que ha tenido que enfrentar el cuerpo técnico liderado por Gustavo Álvarez. En las últimas semanas, jugadores como Charles Aránguiz, José Castro y Daniel Navarrete también han sido afectados por problemas físicos, lo que ha complicado la planificación del equipo.
A pesar de que Julián Alfaro solo ha disputado 22 partidos en la última temporada con Magallanes, donde anotó dos goles y brindó dos asistencias, su potencial había despertado el interés de la afición. Con su llegada, se esperaba que pudiera aportar velocidad y creatividad al ataque, características necesarias para competir en la Copa Libertadores y el Campeonato Nacional.
La situación financiera del club también ha sido un factor limitante en el mercado de fichajes, lo que hace que la ausencia de Alfaro sea aún más preocupante. Con un solo refuerzo confirmado hasta el momento, la U de Chile necesita urgentemente encontrar alternativas que puedan llenar el vacío dejado por las lesiones. La presión está sobre la directiva para que actúe rápidamente y busque nuevos talentos que puedan integrarse al plantel.
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El cuerpo técnico deberá evaluar cómo reestructurar su estrategia de juego sin contar con Alfaro en el corto plazo. La falta de efectivos en el ataque podría obligar a Álvarez a modificar su formación habitual y buscar soluciones dentro de un grupo que ya está lidiando con las ausencias de otros jugadores importantes.
La afición azul, que ha mostrado un gran apoyo al equipo, espera que la situación mejore y que los jugadores lesionados puedan recuperarse pronto. La U de Chile necesita un inicio sólido en la próxima temporada, y cada baja en el plantel representa un desafío adicional en su búsqueda por el éxito.
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