La Universidad Católica ha intensificado su reclamo tras la reciente expulsión de su entrenador, Tiago Nunes, durante el partido contra Deportes Iquique, lo que ha desatado controversia en el entorno del fútbol chileno. La situación se produjo en los últimos minutos del encuentro, cuando Nunes fue sancionado con tarjeta roja por el árbitro Gastón Philippe mientras su equipo ya se encontraba en ventaja.
La reacción del estratega brasileño tras la decisión arbitral fue de clara indignación. Se le vio reclamando enérgicamente por una falta no sancionada sobre uno de sus jugadores, lo que, según sus propias palabras, lo llevó a sentirse víctima de una supuesta xenofobia. Esta acusación ha resonado en la dirigencia del club, que rápidamente salió a defender a su técnico ante la prensa.
El presidente de Cruzados, Juan Tagle, manifestó su preocupación, señalando que “la expulsión fue totalmente injustificada”. En un claro apoyo a Nunes, Tagle mencionó que se ha recopilado el testimonio del cuerpo técnico y jugadores presentes en el banco de suplentes, quienes confirmaron que “nunca hubo un insulto, nunca hubo un gesto obsceno o grosero”.
Esta situación desata la polémica en torno a la interpretación de los árbitros en situaciones críticas y la necesidad de proteger a los técnicos en los partidos.
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Tagle anunció que el club tiene pensado recurrir al Tribunal de Penalidades para anular la sanción impuesta a su entrenador. “Creemos que hay una persecución, es relevante para los clubes tener a los técnicos en los bancos”, enfatizó el presidente, cuestionando las decisiones que afectan a su equipo.
La Universidad Católica, que ha comenzado la temporada con un pie en el acelerador tras su victoria ante Iquique, ahora enfrenta la incertidumbre de no contar con su técnico en el próximo encuentro. Sin embargo, la confianza en Nunes y en la capacidad del equipo para afrontar los desafíos es evidente, y la hinchada espera que el club logre revertir esta situación a su favor.
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