La Universidad Católica ha dado a conocer el costo final de la construcción de su nuevo estadio, conocido como Claro Arena, revelando que los gastos se han disparado más del 60% por encima del presupuesto inicial. Esta cifra impactante subraya los desafíos financieros que enfrentan muchos clubes en su búsqueda por modernizar sus infraestructuras deportivas.
Juan Pablo Pareja, gerente general de la institución, ha sido claro al especificar que el monto final destinado a este ambicioso proyecto supera los 50 mil millones de pesos, excluyendo el IVA. En comparación, inicialmente se habían estimado alrededor de 31.445.290.000 pesos para la obra. Este amplio desvío en el costo ha generado reacciones entre los simpatizantes del club, que vislumbran en este recinto una oportunidad para mejorar la experiencia del hincha y generar más ingresos para el equipo.
El proceso de construcción del Claro Arena ha estado marcado por varios imprevistos que han aumentado significativamente los costos. Entre ellos, se encuentra la decisión de elevar el estándar del estadio, buscando crear un recinto más moderno y acorde a las exigencias actuales del fútbol. Sin embargo, factores externos como la pandemia y sus consecuencias inflacionarias en Chile también han jugado un papel crucial en este aumento, complicando la situación financiera del proyecto.
La UC es pionera en la renovación de estadios en el país, y aunque enfrenta dificultades, su voluntad de avanzar en este proyecto es clara. El nuevo recinto no solo representa un espacio para albergar partidos, sino que también es visto como un centro polideportivo que podría atraer eventos de gran magnitud, contribuyendo así a la consolidación del club en el ámbito nacional e internacional.
Además, se espera que el Claro Arena esté listo para julio de este año, y que en la segunda fecha de la segunda vuelta del torneo, se celebre el primer partido oficial en su interior. La hinchada está ansiosa por ver estas mejoras y experimentar un ambiente renovado que proporcione un soporte más digno a su equipo.
La conclusión de esta obra, a pesar de su elevado costo, es vital para el futuro de la Universidad Católica. Si todo sigue su curso, el nuevo estadio no solo será una mejora en la infraestructura, sino que también podría representar una nueva era para el club, marcada por un renovado compromiso hacia sus seguidores y la ambición de prosperar en el fútbol chileno y sudamericano.
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