El fútbol chileno ha sufrido una gran pérdida con el fallecimiento de Orlando Aravena, exjugador y entrenador recordado de Colo-Colo, a la edad de 81 años. Durante su vida, el Cabezón enfrentó una dura batalla contra el Alzheimer y enfermedades respiratorias, las cuales finalmente lo llevaron a su descanso.
Aravena dejó una huella imborrable en el fútbol chileno. Su destacada trayectoria como jugador y entrenador lo convirtió en una figura emblemática para el Cacique y también para la Selección Chilena. Vistió la camiseta del Colo desde 1966 hasta 1969, dejando una marca indeleble en la institución.
Posteriormente, inició su carrera como entrenador en el mismo club que lo vio brillar como jugador. En 1974, de manera interina, logró levantar la Copa Chile con el Eterno Campeón, demostrando su talento y capacidad. Su éxito lo llevó a dirigir la Selección Chilena Sub-20 en 1975.
El legado de este reconocido exmediocampista es innegable. Su dedicación, talento y pasión dejaron una marca imborrable en la historia del Cacique y en el corazón de los aficionados. Su partida deja un vacío en el mundo del fútbol, pero su memoria y contribución perdurarán en el recuerdo de todos aquellos que aman este deporte.
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