La fecha 29 de la Liga de Primera dejó a Colo Colo con un sabor amargo imposible de olvidar. El equipo dirigido por Fernando Ortiz cayó goleado por 3-0 ante Cobresal en El Salvador, un resultado que dolió como pocos en un momento clave de la temporada. 😵
Lo peor es que no fue solo esa derrota: Palestino, Audax Italiano y el mismo Cobresal sumaron victorias vitales, dejando al Cacique cada vez más lejos en la pelea por los cupos a la Copa Sudamericana. Venían de tres triunfos seguidos, ilusionando a la hinchada con un cierre fuerte, pero todo se derrumbó en un instante.
El golpe que nadie esperaba
Ese 3-0 en contra no solo frenó el impulso reciente, sino que pagó la factura de un año irregular bajo Jorge Almirón y ahora con Ortiz. Los albos desperdiciaron chances de oro para meterse en zona de clasificación internacional, y ahora miran de reojo a sus perseguidores que no aflojan. La presión en Macul es asfixiante, con la tabla apretada y cada punto valiendo oro.
La realidad es cruda: Colo Colo está fuera de los primeros puestos por primera vez en mucho tiempo, y depender de otros resultados se siente como un castigo merecido por tropiezos anteriores. Los hinchas, que soñaban con competencia continental, ahora lidian con la frustración de ver rivales escalando sin piedad.
El milagro que podría salvarlos
Para soñar con la Copa Sudamericana, Colo Colo precisa un escenario casi de película: vencer a Audax Italiano en el Estadio Monumental por cualquier marcador y que Cobresal caiga derrotado ante Ñublense en Chillán. Solo así igualarían en 47 puntos, pero los albos se llevarían la ventaja por su diferencia de goles superior, actualmente en +11 contra el +5 de los mineros. ⚽
En teoría suena viable, pero la práctica pinta negra. Ñublense lleva nueve partidos seguidos sin ganar y no se juega nada en la tabla, lo que hace improbable que le saquen los tres puntos a un Cobresal motivado. De nada vale el triunfo albo si los nortinos no dan la sorpresa.
¿Por qué depende de Ñublense?
Los rojos de Chillán han sido un equipo irregular toda la campaña, sin pelear ni permanencia ni copas, y su racha perdedora complica el panorama para el Popular. Imagina la ironía: Colo Colo deberá golear en casa, pero rezar por un tropiezo ajeno que parece lejano. Los números no mienten, y la historia reciente de Ñublense no invita al optimismo.
Aun así, el fútbol chileno está lleno de locuras, y un mal día de Cobresal podría cambiarlo todo. Los dirigidos por Ortiz saben que su obligación es clara en la fecha 30: dominar a Audax sin excusas, recuperar confianza y presionar con goles.
La tabla que aprieta el cuello
Con Palestino y otros sumando de a tres, la lucha por los siete primeros es un caos total. Colo Colo debe olvidar el 3-0 humillante y enfocarse en lo que controla: su propio rendimiento ante un Audax que viene volando. La hinchada llenará el Monumental exigiendo revancha, pero sin el combo perfecto de resultados, la próxima temporada será solo local.
Este cierre de campeonato pone a prueba la garra alba, y aunque el milagro parece remoto, los colocolinos no bajan los brazos. Todo se define en dos frentes impredecibles, donde un resbalón rival podría revivir esperanzas apagadas.

















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