El mercado de pases en Colo Colo sigue generando revuelo, y esta vez el nombre que resuena es el de Juan Martín Lucero. Tras el fracaso con Salomón Rodríguez, el Cacique busca reforzar su delantera, y el mendocino aparece como una opción tentadora. 🔥
La situación de Lucero en Fortaleza no es la mejor. Con el equipo brasileño en la penúltima posición del Brasileirao y a cinco puntos del descenso, su salida parece inminente. Esto ha encendido las alarmas en Macul, donde ya se analiza su posible regreso.
Un fichaje estratégico para la Copa Sudamericana
Colo Colo necesita un nueve confiable, y Lucero, pese a sus números irregulares en Brasil, podría ser la solución. Su experiencia y conocimiento del fútbol chileno lo convierten en un candidato ideal. Además, el club albo depende de sí mismo para clasificar a la Copa Sudamericana, lo que aumentaría la urgencia por reforzar el ataque.
El Gato no ha tenido su mejor año en Fortaleza. Con solo 11 goles en 50 partidos y una asistencia, su rendimiento ha sido cuestionado. Sin embargo, en el Brasileirao, donde ha jugado el 49% de los minutos, ha marcado tres tantos, mostrando destellos de su capacidad goleadora.
El polémico pasado: ¿Podrá Lucero volver a ser aceptado?
El regreso de Lucero no sería un tema sencillo. Su salida de Colo Colo estuvo marcada por conflictos legales y tensiones con la hinchada. El 10 de abril, cuando visitó el Monumental con Fortaleza, fue recibido con billetes y cánticos hostiles. Emiliano Amor incluso lo ignoró en el saludo, generando un momento incómodo.
A pesar de todo, Lucero ha mostrado madurez al respecto. "No tengo rencor con nadie, al contrario, los entiendo. Por ahí, saludarme puede generar un malentendido con la gente", declaró. Su disposición a reconciliarse podría ser clave para un posible regreso.
¿Qué sigue para el Cacique?
Con Javier Correa como única referencia en el ataque, Colo Colo necesita moverse rápido. Si Lucero queda libre, el club podría aprovechar la oportunidad, aunque el pasado complicado no se puede ignorar. La hinchada albo tendrá la última palabra.
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